El humor es peligroso
Si la semana pasada nos llevábamos un alegrón al enterarnos que el Juez Grande-Marlaska archivaba la querella contra los humoristas Rodríguez y Ripa por injurias y calumnias contra el rey, al entender que la fotocomposición que publicaron sobre el monarca y el oso no constituye ningún delito (leer la noticia en Público), ahora resulta que la Fiscalía ha recurrido a esta desición judicial pues considera que existe un delito de injurias porlas expresiones vejatorias contra el honor del monarca.
El auto exculpatorio del juez contiene interesantes refelexiones sobre el humor, como que a pesar que el fotomontaje y el artículo denunciados afectan a "la más alta institución del estado", se encuentran "amparadas por "el ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión". Y sigue valorando en su integridad ambas piezas humorísticas de las que afirma que "no pueden ser objeto de una calificación ajena al espíritu y finalidad definitiva que los guiaba", es decir, poner en tela de juicio con humor la "práctica cinegética y las condiciones en que pueda materializarse".
El Juez considera que la crítica y la autocrítica favorecen el crecimiento democrático de la sociedad, por lo que ésta debe permanecer abierta y receptiva hacia ellas. Y según él, las críticas dirigidas contra la familia real, "siempre que no tengan una voluntad exclusiva de menosprecio, la engrandecen, haciéndola más cercana a la sociedad".
El Fiscal, en cambio, en su recurso expone que el juez omitió en su auto de archivo una frase incluida en el artículo de opinión, en la que se describía al Rey como "sanguinario turista reincidente" y "mequetrefe", adjetivos todos ellos que tienen "un valor absoluto, en sí mismos, vejatorio e insultante". E insiste en que tanto la viñeta como el artículo manifiestan expresiones "atentatorias" contra la dignidad y el honor del Rey "superfluas e innecesarias para el ejercicio de la libertad de expresión y cuyo objetivo es la de presentar la imagen del monarca como la "de un borracho y un alcohólico" con la finalidad de trasladar a los lectores "la imagen de la falta de capacidad de discernimiento". Según la Fiscalía, la figura del Rey, como la de cualquier otra persona, queda "salvaguardada" del insulto y de la injuria y argumenta que una cosa es efectuar una valoración personal de una conducta "por desfavorable que sea" y otras cosa "muy distinta" es emitir expresiones o calificativos "claramente vejatorios" y que son proferidos "gratuitamente, sin justificación alguna".
Se trata de la vieja disputa sobre los límites de la sátira...
Comentaris
Tu blog es magnífico
Un abrazo
I si el que critiques esta a prop de la realitat…fa mes mal.
De la justícia i dels jutges, no cal que et digui res, si entre ells no s’entenen, com volen jutjar a ningú?
Kap, si s’ha de fer alguna moguda (i no em refereixo a caçà cap os) conta amb mi, no tinc escopeta, però em queda un llapis.