75 anys
Avui, sis de gener, es compleixen justament 75 anys de l'aparició als quioscos (o al que en quedava) del darrer número de la revista L'Esquella de la Torratxa. Havia nascut com a revista feia exactament 60 anys, el gener de 1879, si bé abans, en dues ocasions el títol havia servit per substituir una altra revista, La Campana de Gràcia, a causa de sengles suspensions governatives. Després de dos anys i mig llargs de guerra, les tropes del general Franco acabaven d'ocupar les Borges Blanques i Vinaixa en el seu camí cap a Barcelona. El darrer número de L'Esquella no va poder acomiadar-se dels seus lectors, i moltes de les seves col.leccions van ser destruïdes durant els anys següents car els seus posseïdors van tenir por que els trobessin a casa aquesta revista que va defensar –amb humor i desvergonyiment– causes tan perdudes com la llibertat, la República, el laïcisme o la catalanitat...
Hoy, seis de enero, se cumplen justamente 75 años de la aparición en los quioscos (o lo que quedaba de ellos) del último número de la revista L'Esquella de la Torratxa. Había nacido como revista hacía exactamente 60 años, en enero de 1879, aunque con anterioridad, en dos ocasiones el título había servido para sustituir otra revista, La Campana de Gracia, debido a sendas suspensiones gubernativas. Después de más de dos años y medio de guerra, las tropas del general Franco acababan de ocupar las Borges Blanques y Vinaixa en su camino hacia Barcelona. El último número de L'Esquella no pudo despedirse de sus lectores, y muchas de sus colecciones fueron destruidas durante los años siguientes pues sus poseedores tuvieron miedo de que les encontraran en casa esta revista que defendió –con humor y descaro– causas tan perdidas como la libertad, la República, el laicismo o la catalanidad...
Hoy, seis de enero, se cumplen justamente 75 años de la aparición en los quioscos (o lo que quedaba de ellos) del último número de la revista L'Esquella de la Torratxa. Había nacido como revista hacía exactamente 60 años, en enero de 1879, aunque con anterioridad, en dos ocasiones el título había servido para sustituir otra revista, La Campana de Gracia, debido a sendas suspensiones gubernativas. Después de más de dos años y medio de guerra, las tropas del general Franco acababan de ocupar las Borges Blanques y Vinaixa en su camino hacia Barcelona. El último número de L'Esquella no pudo despedirse de sus lectores, y muchas de sus colecciones fueron destruidas durante los años siguientes pues sus poseedores tuvieron miedo de que les encontraran en casa esta revista que defendió –con humor y descaro– causas tan perdidas como la libertad, la República, el laicismo o la catalanidad...
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